La acción a través de la cual nuestro cuerpo se desintoxica, es de tipo espontáneo. Constantemente nuestro organismo metaboliza y elimina las sustancias de desecho que lo intoxican.
En nuestro sistema se produce cada siete días y siete años un proceso de limpieza que responde a un periodo de descanso orgánico cuya finalidad es liberar al organismo de aquellas sustancias que lo han invadido. Siempre que se cumplan las leyes de la salud, el sistema inmunológico se encarga de depurar cada parte del sistema mediante una acción coordinada del tipo excretor.
Si no respondemos a las leyes naturales del cuerpo, entonces todos esos desechos orgánicos se acumulan y forman masas, tumores y lesiones orgánicas cuya aparición y forma dependen de las circunstancias que medien en cada caso en particular y de las características que lo distingan.
Otro importante ingrediente que se necesita para llevar a cabo el proceso de limpieza orgánica es una alimentación natural y sencilla que no recargue los órganos de excreción ni las funciones vitales de depuración.