El objetivo de Mundo Natural Directo es proporcionar los beneficios de una dieta natural y una rutina de ejercicios, manteniéndose fiel a las realidades de la vida moderna.
Pero, exactamente, ¿qué es una dieta natural? Un león se muere de hambre si se le obliga a comer hierba, mientras que una vaca no come nada más. Cualquier especie sólo puede sobrevivir si come los alimentos para los que ha evolucionado. El ser humano no es una excepción. Por desgracia, la mayoría de nosotros hemos olvidado qué alimentos componen la dieta natural del ser humano. Los leones comen carne, mientras que las vacas comen hierba. Y los humanos consumen… ¿un Big Mac? ¿Donas con chispas de chocolate? ¿Hamburguesas de tofu?
Alimentos de hoy en día
Muchos de los alimentos que comemos hoy en día no forman parte de nuestra dieta natural. Hace tan sólo 5000 años, la mayoría de los seres humanos aún vivían como cazadores y recolectores, buscando plantas comestibles y cazando y pescando para obtener proteínas. Nuestra dieta natural consistía únicamente en carne, pescado, huevos, verduras (tubérculos), setas, fruta, frutos secos y semillas.
Cuando nuestra sociedad pasó a la agricultura, complementamos esta dieta con cereales, legumbres y lácteos. Sin embargo, no saltamos inmediatamente a los donuts y al tofu. Tradicionalmente, los cereales y las legumbres se ponían en remojo y se fermentaban durante varias horas para hacerlos más digeribles. Del mismo modo, la mayoría de los productos lácteos se fermentaban para producir yogur o queso. Más adelante, en el siglo XX, con el avance de la tecnología en el sector de los alimentos, éstos se fueron procesando cada vez más, lo que dio lugar al desarrollo del almidón de trigo, el azúcar refinado y el aceite de soya.
Lamentablemente, la evolución no ha seguido el ritmo de estos rápidos cambios, y nuestros cuerpos luchan por hacer frente a la dieta occidental moderna. Nuestra dieta moderna contiene niveles anormalmente altos de azúcar y almidón, lo que altera nuestro equilibrio de azúcar en la sangre, mientras que los aceites de semillas altamente procesados aumentan nuestra ingesta de grasas trans poco saludables. Además, muchas personas sufren de intolerancia a la lactosa o al gluten, así como de alergias provocadas por la dieta.
Come alimentos nutritivos
La clave de una dieta saludable es no restringir el consumo de calorías. Ni tampoco limitar el consumo de alimentos poco saludables. En lugar de eso, el objetivo debe ser basar cada comida en porciones sustanciales de alimentos nutritivos como verduras, setas, huevos, pescado y carne. Es más fácil resistirse a los antojos si te sientes satisfecho después de cada comida. Y si la mayoría de los alimentos que ingieres son saludables, los caprichos ocasionales se notarán menos.
Esto puede requerir un replanteamiento de tu estrategia dietética. Durante décadas, los programas de salud se han centrado principalmente en lo que se debe evitar, y esto se ha arraigado en nuestra conciencia colectiva. Cuando alguien comienza una nueva dieta, la primera pregunta que se hace es qué alimentos no están permitidos. Sin embargo, ha llegado el momento de invertir esta tendencia. En lugar de centrarse en lo que se debe evitar, hay que esforzarse por hacer que cada comida sea nutritiva, saciante y deliciosa. Esto también requiere un compromiso genuino, pero el resultado será felicidad y satisfacción en lugar de hambre y miseria.
Reduzca en lo posible el picar entre comidas. Aunque picar de vez en cuando una nuez o una manzana es algo natural y aceptable, las meriendas de hoy en día suelen consistir en porciones considerables de comida rápida. Evite desarrollar el hábito de picar. No lleves ningún refrigerio contigo y permítete tener hambre (es una reacción muy natural). Si tienes hambre entre comidas, bebe un buen vaso de agua para rehidratarte.
Antes, había escasez de alimentos
Existe también otra clara diferencia entre nosotros y nuestros antepasados. Los alimentos escaseaban durante la mayor parte de la historia de la humanidad. Para llevar comida a la mesa, nuestros antepasados tenían que trabajar duro. Si querían comida, tenían que salir a buscarla, pescarla o cultivarla por sí mismos, y luego llevarla a casa y prepararla. Esto exigía una cantidad de tiempo considerable cada día. Peor que eso, la naturaleza era impredecible. A veces, nuestros antepasados simplemente no encontraban nada que comer. El suministro de alimentos también estaba influenciado por las estaciones. Las frutas nuevas, los huevos y los frutos secos abundaban en primavera y verano, mientras que las hortalizas de raíz y la carne eran los pilares en invierno (por supuesto, dependiendo dónde vivieran).
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. En cualquier esquina se puede comprar comida. Lista para comer, es deliciosa y barata. Sin embargo, aunque vivir en el lujo es placentero, te está matando lentamente. Tu cuerpo está diseñado para resistir los efectos de los elementos. Trabajar largas horas sin descanso y soportar calor y frío extremos. Sin embargo, en el mundo actual, no es necesario realizar ninguna de estas funciones. Además, se vuelve lento y fuera de forma.
Se restablece el equilibrio natural entre la actividad que realizas y los alimentos que consumes. Si sigues el plan de Mundo Natural Directo, siempre podrás comer todos tus alimentos favoritos. Mientras trabajes lo suficiente para conseguirlo. A pesar de que se ha demostrado que el ayuno tiene una serie de beneficios sobre la salud, nuestro plan lo fomenta de forma regular. Además, saltarse una comida es habitual.